Con frecuencia el tinnitus genera un malestar intenso que impacta en distintas áreas del funcionamiento como la atención, la interacción social o el sueño. También puede tener una fuerte repercusión emocional, produciendo en el paciente, enojo, frustración, irritabilidad o la percepción de pérdida de control sobre lo que le sucede. 

 

Esto genera un contexto de malestar que puede potenciar al tinnitus o puede determinar las condiciones para la aparición o incremento de otros síntomas como el estrés, la ansiedad, el insomnio, la tensión muscular crónica, el bruxismo, la depresión o las fobias.

 

La forma en que estos elementos entran en relación unos con otros, el grado de aversión con el que la persona los vivencia y la forma en que inciden en la percepción del tinnitus, son la manifestación de la singularidad en cada caso; la forma peculiar y única con que cada uno es y está en su cuerpo y en relación con sus circunstancias.

 

Cada paciente es único. Este principio define nuestra perspectiva frente a la ayuda, desde la escucha, la empatía y la búsqueda de la forma más adecuada para cada singularidad. Atender esta singularidad requiere de una mirada integradora en la que importan tanto los hábitos corporales, como los hábitos mentales: las emociones, los pensamientos, las prácticas de autocuidado, el descanso, el trabajo, el ocio, etc. 

 

El sistema de monitoreo de intensidades de la EAS nos permite observar el proceso junto con el paciente, objetivando la intensidad de la estimulación de cada noche y observando las fluctuaciones que va teniendo el tinnitus a lo largo del tratamiento.  Además, oficia de escenario en el que la persona puede evidenciar la asociación de su tinnitus con los elementos que están en el contexto del síntoma. Los días con más estrés o con mala calidad de sueño, los distintos estados emocionales, las tensiones musculares u otros estados psicocorporales que pueden estar en relación con su tinnitus. La mirada global que en CTM tenemos del tinnitus, se expresa en un acompañamiento terapéutico que contempla estos aspectos y los pone en relación con el proceso de reeducación del sistema auditivo y los mecanismos de neuroplasticidad subyacentes, implicados en la EAS. 

 

En las consultas buscamos junto con el paciente asociaciones que le permitan tomar acción en su proceso de salud. Para nosotros, ir a la búsqueda de la compensación del tinnitus, implica por supuesto disminuir su intensidad, pero también atender el contexto del síntoma con el fin de mejorar las condiciones para el afrontamiento y potenciar en el paciente la percepción no aversiva del tinnitus. 

 

El protagonismo del cuerpo en nuestro abordaje responde a la interacción frecuente del tinnitus con elementos somatosensoriales (tensión muscular crónica, cefaleas, bruxismo, dolor miofacial, etc.). Pero además, la vivencia de la corporeidad es una alternativa para la desidentificación con el síntoma y la compensación de su contexto, sea cual sea. 

 

El movimiento, la relajación, la atención a las posturas y el tono muscular son parte de un itinerario de desarrollo personal en el que privilegiamos el lugar del cuerpo, como dinamizador de nuevos estados emocionales y del pensamiento.  

 

Otro elemento central en nuestro abordaje es el entrenamiento de la atención, que tiene el objetivo de redireccionar el foco atencional del tinnitus hacia otros eventos internos o externos. Constantemente estamos enfocando nuestra atención y cada vez que lo hacemos permitimos que una figura emerja en primer plano sobre un fondo de estímulos; es el fenómeno figura - fondo de la actividad perceptiva.

 

En las personas que tienen un tinnitus descompensado (que genera malestar e incide en la calidad de vida), la percepción del zumbido suele activar elementos sensoriales, afectivos y cognitivos que refuerzan la vivencia y hacen que el tinnitus tome protagonismo. El tinnitus se vuelve figura.

Lograr una atención, amplia, flexible, centrada, permite hacer foco de forma intencional en otros estímulos, de manera que, cuando el tinnitus irrumpe en primer plano en la percepción, la persona pueda tomar la decisión de hacer foco en otro estímulo, enviando al tinnitus “al fondo”. 

 

El acompañamiento terapéutico incluye dos dispositivos metodológicos: